· Se busca crear las condiciones para que los desplazados por los conflictos regresen a sus comunidades.
· Fuerzas de seguridad establecerán puntos de vigilancia en los puntos estratégicos que se necesiten, y la población se compromete a respetarlos.
· Firman como testigos de este pacto de no agresión los secretarios general de Gobierno, Jesús Martínez Garnelo, y de Seguridad Pública y Protección Civil, Sergio Javier Lara Montellano, y el presidente municipal, Crisóforo Otero Heredia.
Asimismo, el establecimiento de puntos de vigilancia en los lugares estratégicos que se necesiten, a cargo de las autoridades, que serán respetados por los pobladores, y un plan de desarrollo regional, elaborado por los tres órdenes de gobierno.
Con los secretarios general de Gobierno, Jesús Martínez Garnelo, y de Seguridad Pública y Protección Civil, Sergio Javier Lara Montellano; el coordinador de asesores de la Secretaría general de Gobierno, Saúl López Sollano, y el presidente municipal, Crisóforo Otero Heredia, como testigos, el acuerdo fue suscrito por Leopoldo Soberanis Hernández y Reynaldo Javier Soria Juárez, de San Luis La Loma; Jesús Mendoza Guillén, de Santa Rosa de Lima, y Víctor Espino Cortez, de San Antonio.
En el acuerdo, signado en la población Puerto Vicente Guerrero, se establece que se destierren todo tipo de agresiones para sustituirlas por diálogo permanente, y construir conjuntamente una agenda basada en paz, justicia y desarrollo para ambos pueblos.
Además, el establecimiento de acuerdos que permitan a las comunidades vivir en paz y armonía, mediante un pacto que incluya “un proceso de recuperación de la confianza perdida por razones diversas que hoy quedarán superadas”.
Igualmente, se establece que las comunidades de San Luis La Loma y Santa Rosa de Lima, municipio de Tecpan de Galeana; y Coyuquilla Norte, del municipio de Petatlán, avanzarán conjuntamente en la restauración del tejido social, “desterrando todo tipo de confrontaciones y violencia, para ser sustituidos por el diálogo permanente y los acuerdos entre las partes”.
De este modo, agrega, las partes acuerdan firmar un pacto de no agresión verificado, “mirando hacia adelante para construir un futuro mejor para todos”, y establece que los agravios que son causa del conflicto serán tratados casuísticamente por la Comisión de Concordia y Armonía, a fin de restañar los daños causados, apoyados en las leyes federales y estatales.
Igualmente, se acordó en el documento construir de manera conjunta una agenda basada en paz, justicia y desarrollo, que prevea los temas necesarios, así como un calendario que marque tiempos, tareas, objetivos y responsabilidades.
Con este documento, señalaron, se busca crear las condiciones “para que los desplazados por el conflicto puedan retornar a sus comunidades”, mientras que los pobladores se comprometen a respetar la presencia de las fuerzas de seguridad pública, que establecerán puntos de vigilancia en los lugares estratégicos que se necesiten, para garantizar la seguridad de los habitantes de la zona.
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