*Más de tres mil ochocientas personas disfrutaron de los éxitos del cantante dominicano
Por Dalila Colchero.
El cantante dominicano Juan Luis Guerra y su 4-40 convirtió al Fórum Mundo Imperial en
una gran pista de baile, al poner a bailar a las más de tres mil ochocientas personas, que asistieron a su presentación en este puerto, este fin de semana.
una gran pista de baile, al poner a bailar a las más de tres mil ochocientas personas, que asistieron a su presentación en este puerto, este fin de semana.
Después de más de veinte años de no estar en Acapulco, y como parte de su gira “A son de Guerra”, el cantante ofreció una velada llena de merengue, bachata y son.
Fue a las 21:30, cuando el dominicano ganador de 18 Grammys, salió al escenario y saludó a los guerrerenses y visitantes: “Buenas noches Acapulco, gracias por estar aquí, esta noche hemos venido a bailar y a pasarla bien, así que a disfrutar”.
Para después seguir con el primer éxito de la noche, “La Bilirrubina”, con la que levantó al público de sus asientos y alguno que otro tomaron los pasillos y escaleras para mostrar sus mejores pasos de baile.
Acompañado por 13 músicos y tres coristas, Guerra continúo su concierto con los temas: “Ojalá que llueva café” y “Bachata rosa”, está última una de las más coreadas, que se ganó el aplauso y los gritos de los asistentes.
Las emociones siguieron cuando compartió con sus seguidores temas de su undécimo disco “A son de Guerra”, lanzado en el 2010, y de los que se destacaron: “Bachata en Fukuoka” y “La Guagua”
Una pantalla gigante en el centro, y dos a los costados del recinto proyectaron imágenes que reforzaron las interpretaciones del cantante, de las que se destacaron mensaje de paz y respecto a los derechos humanos.
Con una interacción con su público, el intérprete pregunto al público cuántos años tenían de casados, algunos le dijeron 36, otros 40, hasta que él habló del tema que le compuso a su esposa Nora, con quien lleva 29 años: “El que ama a su esposa se ama a sí mismo”, para proseguir con “Mi bendición”.
Y no olvidándose de sus creencias religiosas habló de un tema inspirado en el Salmo 103: “Son al Rey, lo compuse cuando meditaba en el Salmo 103 y se encuentra incluido en mi disco A Son de Guerra, espero les guste”.
Tres breves recesos fueron los que hizo Guerra durante su presentación, en la que algunos de sus músicos demostraban sus talentos, así que hubo un solo de percusiones y otro de bajo, a lo que el público premiaba con aplausos.
Una hora y media de concierto, fue suficiente para que el Rey de la bachata y el merengue conquistara los corazones de los guerrerenses, así que pasada las 11:40 se despidió con los temas: “Visa para un sueño” y “En el cielo no hay hospitales”.
Sin embargo, las personas entre aplausos y gritos pedían “otra, otra, otra”, y a los pocos segundos el dominicano regresó al escenario para cantar “Estrellitas y Duendes”, “Burbujas de amor”, y “Avispas”, con la que ahora sí dijo adiós a esta magnífica presentación en Acapulco.
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